Elegir un tratamiento para combatir esta pérdida de luz no es cuestión, en la mayoría de las ocasiones, de aplicar un protocolo tipo, centrado en la iluminación, porque el origen de la falta de luz se encuentra, en la mayoría de los pacientes, en la pérdida del volumen.

El Dr. Moisés Amselem, creador de innovadoras y eficaces técnicas en el campo de la Medicina Estética, afirma que para el éxito existe una máxima:
«Toda región de nuestro cuerpo, incluso la cara, se convierte en una «zona apagada» que pierde volumen. Esta pérdida provoca un descolgamiento de la estructura que acentúa la falta de luminosidad: por tanto, para devolver la luz al rostro debemos reproyectar esos planos perdidos.»
